Introducción
A los niños les encantan los cuentos y dado que en educación
infantil todavía no saben leer, recae en nosotros, los adultos, la
responsabilidad de hacerles llegar los libros para ofrecerles esta experiencia
maravillosa y enriquecedora que es “la hora del cuento”.
Para aquellos que como yo no tienen experiencia con los libros
infantiles, deben saber que la hora del cuento es una actividad que debe ser
cuidadosamente planificada porque si la hacemos correctamente estaremos
contribuyendo a ayudar a los niños a disfrutar con la literatura, a despertar
su interés, a desarrollar su fantasía e imaginación, etc.
Para lograrlo es importante familiarizarse con el libro, crear
el clima apropiado, planificar correctamente el tiempo eligiendo adecuadamente
el momento y el lugar idóneo para hacerlo, cuidar la interactuación para
comprobar el nivel de comprensión, mantener su atención e interés, etc. de los
receptores.
Podemos utilizar diferentes estrategias a la hora del cuento:
El cuentacuentos. En esta técnica no se utiliza ni libro ni
ilustraciones para narrar la historia, es el narrador el que va relatando la historia a los
oyentes permitiendo que sean éstos, los que a través de su imaginación le den
forma a la historia en su cabeza. Son muchos y variados los recursos que el
narrador puede utilizar para llegar a su público: la entonación, el ritmo, la
pausa, el volumen, la expresividad, el disfraz, etc.
La narración con libro. Esta técnica es similar a la anterior
pero en ella se utilizan las imágenes o ilustraciones como apoyo y guía para contar
la historia y de la misma manera que en el cuentacuentos, se pueden utilizar
diferentes recursos como los cambios de voz, la entonación, las pausas, etc.
para seducir a los más pequeños.
La lectura. Cuando nos encontramos ante un libro literario
tan magníficamente escrito que no es posible que nuestras palabras sean capaces
de superar la belleza de las del propio
autor, la mejor estrategia a seguir es la lectura que consiste en leer de forma
literal lo que dice el texto. Para llevarla a cabo nos podemos valer de la
entonación, la expresividad, las pausas, etc.
Una vez repasada la teoría, lo que nos propuso
Irune para poner en práctica todo lo aprendido en este bloque, fue realizar en
clase un taller cooperativo de comunicación literaria utilizando las diferentes estrategias.
Hace tres semanas por fin hicimos el taller en clase y a
continuación paso a relataros cómo fue mi experiencia.
Elección del libro
FICHA
TÉCNICA
·
Título:
Un regalo diferente
·
Autor:
Marta Azcona
·
Ilustrador:
Rosa Osuna Alcalaya
·
Editorial:
Kalandraka
·
Fecha 1ª edición:
Septiembre 2005
Para
realizar esta tercera actividad me he decantado por “Un regalo diferente” por
varios motivos:
En primer
lugar, por razones prácticas. Disponía del libro para hacer el taller en clase
porque me lo había comprado cuando realizamos la primera actividad, dado que en
su momento pensé que sería una gran primera incorporación a mi futura
biblioteca como maestra de infantil.
En segundo
lugar, por estar familiarizada con el libro. Haber trabajado con él en la
primera actividad me aportaba el toque de confianza necesario para hacer un
taller de este tipo con mis compañeros sin sufrir un ataque de nervios.
Por último,
como nunca se lo había leído ni contado a nadie, me pareció una buena
oportunidad de profundizar aún más y tener una experiencia completa con un
libro, de principio a fin.
Edad elegida
He elegido
este libro para niños de 4-5 años porque en esta etapa su pensamiento animista
y su curiosidad innata van a hacer que la historia les resulte interesante y
atractiva. Además son sumamente imaginativos y tienen una extraordinaria
creatividad por lo que el tema principal del libro (la imaginación) sin duda va
a responder a sus intereses.
A esta edad
siguen conservando parte del egocentrismo propio de los 3 años pero empiezan a
disfrutar de la compañía de los demás, a formar parte del grupo dejando atrás
poco a poco la actitud centrada en sí mismos y pasando a tener una mayor
conciencia de los demás, en definitiva, les gusta estar con sus iguales y jugar
con ellos por lo que este libro, en el que se relatan las aventuras de dos
amigos es perfecto para ellos porque les va a permitir identificarse con los
personajes y comprender sus acciones.
Estrategia utilizada
A la hora
de elegir una estrategia, me decanté por la narración con libro porque estaba a medio camino entre la lectura y el
cuentacuentos. Me explico, la lectura ya la había probado (¿quién no le ha
leído un cuento a un niño en algún momento?) y si bien me apetecía probar algo
nuevo, me pareció que el cuentacuentos a día de hoy estaba fuera de mi alcance
por diversos motivos (falta experiencia, timidez, nervios, etc.) así que me
decanté por la narración.
Además este
libro en concreto pedía a gritos ser narrado y no leído porque en él predominan
las imágenes frente al texto (hay incluso varias páginas sin texto que le
otorgan un protagonismo absoluto a las
ilustraciones) y a través de ellas se puede contar perfectamente la historia.
Por este
motivo, la técnica de la narración es idónea para este libro porque sus
ilustraciones permiten al narrador ir recreando la historia e interactuar con
los oyentes haciendo que presten atención a los detalles, los gestos, etc.
Ensayo de la
actividad
Una vez que
tuve claro tanto el libro como la estrategia que iba a utilizar, comencé mi
preparación para el taller cooperativo que hicimos en clase. La cronología fue
de la siguiente manera:
Lo primero
que hice fue releer la primera actividad de mi blog en la que había hecho el
análisis de este mismo libro.
Después me
lo leí despacio y en voz alta a mí misma unas cuantas veces.
Luego fui
pasando las páginas centrándome únicamente en las imágenes y obviando el texto,
intentando imaginar en mi cabeza qué palabras podrían acompañar a dichas
imágenes.
Cuando fui
capaz de pasar las páginas mentalmente, cerré el libro y empecé a contarme la
historia interiormente a mí misma una y otra vez.
Por último,
una vez interiorizada la historia, con el libro en la mano me puse a contar en
voz alta la historia a un público imaginario, enseñándoles las ilustraciones,
señalándoles los detalles, etc.
Todo el
proceso terminó con una anécdota graciosa (aunque en ese momento no me lo
pareció) puesto que mi último ensayo lo hice solo media hora antes del taller, en
el coche de camino a clase e iba tan concentrada en mi historia que me pasé la
salida de la universidad...mi agradecimiento eterno al inventor del GPS.
Puesta en práctica
de la estrategia elegida
A la hora
de realizar el taller en clase, en el primer grupo me tocó con Ruth y Laura
(que solo estaba de oyente) y a pesar de conocerlas desde hacía tiempo y de haber
ensayado bastante, estaba nerviosa.
Como
fórmula introductoria les dije “Os voy a contar un cuento” y como fórmula de
cierre utilicé el archiconocido “Y colorín, colorado, este cuento se ha
acabado” y entre ambas fórmulas lo hice lo mejor que pude tratando de cuidar la
entonación, señalando con el dedo los detalles que quería resaltar, etc. aunque
sin duda al ser la primera vez me sentía intimidada e insegura. En cualquier
caso, según fui pasando las páginas y viendo en sus caras una sonrisa, me fui
sintiendo más cómoda.
A ambas les
gustó mucho el libro pero me dijeron que tenía que contarlo más despacio y
pasar las páginas a un ritmo más lento para que les diera tiempo a verlo todo
bien. Además me dijeron que podría profundizar un poco más en los detalles.
Como era de
esperar, no se fijaron en el personaje misterioso que observa a Marcel y a
Tristán durante sus aventuras así que al finalizar mi narración les pregunté si
habían visto algún personaje escondido y como me respondieron que no, se lo
mostré y ellas lo fueron buscando en las demás páginas del cuento, les pareció
muy divertido.
En el
segundo grupo me tocó con María y Carolina a las que sólo conocía de vista de las
clases presenciales de la asignatura pero afortunadamente, al tratarse de la
segunda ronda me sentía más a gusto y notaba que tenía más confianza en mí
misma.
Con ellas
repetí el proceso utilizando las mismas fórmulas para empezar y para acabar, a
ambas les divirtió la historia, les pareció que mi entonación era buena y les
gustó mucho el detalle final de mostrarles el personaje escondido porque ellas
tampoco se habían dado cuenta de su existencia.
Sin
embargo, aunque intenté poner en práctica los consejos y sugerencias que me
habían dado anteriormente y creo sinceramente que lo hice mejor que la primera
vez, al finalizar me dijeron también que
tenía que contarlo más despacio.
Cómo lo haría con los niños
Les
contaría el cuento a la hora de la asamblea, colocados en semicírculo para que todos pudieran ver bien las ilustraciones y al mismo tiempo pudieran mirarse unos a otros, creando así un
entorno cercano en el que se favoreciera la comunicación.
Empezaría enseñándoles
la portada, diciéndoles el título y preguntándoles de qué piensan que puede tratar el
libro. Una vez captada su atención y despierta su curiosidad, utilizaría la
fórmula introductoria “os voy a contar un cuento” y empezaría mi narración.
Trataría de
cuidar la entonación, los gestos, las
expresiones, las pausas, les iría señalando los detalles, les mostraría las
distintas emociones en las caras de los personajes y por supuesto lo haría
despacio como me sugirieron mis compañeras para darles tiempo a absorberlo
todo.
Acabaría mi narración con la fórmula "Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado" y les haría algunas preguntas para reflexionar:
¿Qué es lo
que más os ha gustado del cuento? ¿Por qué?
¿Qué os han
parecido los personajes?
¿Alguna vez
os han regalado algo que no os haya gustado?
¿Con que
objetos de casa jugáis que no sean juguetes?
¿Qué
habríais hecho vosotros si un amigo os regala un trozo de tela?
¿Qué
podemos aprender de esta historia?
Para
finalizar, le daría a cada uno un trozo de tela y les dejaría un rato de juego
libre para que pudieran dar rienda suelta su imaginación.
Conclusión
Haciendo
esta actividad he aprendido que la hora del cuento requiere preparación, no se
trata simplemente de sentarse y ponerse a leer o contar un libro. Si queremos hacer arte por decirlo de alguna manera y seducir con él a los niños, es necesario
familiarizarse con el libro, conocer los diferentes recursos que podemos
utilizar (entonación, expresividad, pausa, voces, etc.) y ensayar concienzudamente.
Me hubiera
gustado mucho que alguien escogiera como estrategia el cuentacuentos porque es
la que me resulta más desconocida y me habría encantado aprender más sobre ella
viendo a alguien ponerla en práctica.
De mis
compañeras “lectoras” he aprendido que leer un cuento no es fácil si se quiere
hacer bien porque la literalidad del texto (por muy bien escrito que esté) sin
entusiasmo, sin pausas, sin entonación y sin gestos pierde la magia para el que lo
escucha.
En
definitiva y como en las ocasiones anteriores, he disfrutado y aprendido mucho
realizando esta actividad para la que creo que me preparé convenientemente si
bien siempre es posible y necesario seguir mejorando.
Bibliografía
Labajo, I. Tema 3:
Literatura Infantil. La hora del cuento [Material de clase]. Literatura
Infantil. Madrid: La Salle Centro Universitario.
Garrido,
M., Rodríguez, A. & Sánchez, A. (2006). Guía de atención temprana. El niño
y la niña de tres a seis años. Conserjería de Educación Cultura y Deporte.
Gobierno de La Rioja. Recuperado de: https://gatatenciontemprana.files.wordpress.com/2014/01/2012-08-guia-de-atemprana-de3-6-ac3b1os-la-rioja.pdf
Centros
para el Control y la prevención de enfermedades. Indicadores importantes: su
hijo de 4 años. Recuperado de: https://www.cdc.gov/ncbddd/Spanish/actearly/milestones/milestones-4yr.html